¿Qué es el Internet de las cosas?
El Internet de las Cosas es un concepto que cada vez toma más
relevancia, pero aún no termina de cuajar en los hogares. Descubre
exactamente de qué se trata.
Es un término del que escuchamos hablar constantemente. Internet de las cosas, Internet of Things
o IoT por sus siglas en ingles, es un concepto un poco abstracto pero
que ha estado ganando bastante popularidad en los últimos meses. La idea
que intenta representar queda bastante bien ilustrada por su nombre,
cosas cotidianas que se conectan al Internet, pero en realidad se trata
de mucho más que eso.
Para entender de qué va el Internet de las cosas debemos también
comprender que sus fundamentos no son en lo absoluto nuevos. Desde hace
unos 30 años que se viene trabajando con la idea de hacer un poco más
interactivos todos los objetos de uso cotidiano. Ideas como el hogar
inteligente, también conocido como la casa del mañana, han evolucionado
antes de que nos demos cuenta en el hogar conectado para entrar al
Internet de las cosas.
El Internet de las cosas potencia objetos que antiguamente se
conectaban mediante circuito cerrado, como comunicadores, cámaras,
sensores, y demás, y les permite comunicarse globalmente mediante el uso
de la red de redes.
Si tuviéramos que dar una definición del Internet de las cosas
probablemente lo mejor sería decir que se trata de una red que
interconecta objetos físicos valiéndose del Internet. Los mentados
objetos se valen de sistemas embebidos, o lo que es lo mismo, hardware
especializado que le permite no solo la conectividad al Internet, sino que además programa eventos específicos en función de las tareas que le sean dictadas remotamente.
¿Cómo funciona el Internet de las cosas?
Como ya hemos dicho, el truco en todo esto está en los sistemas
embebidos. Se trata de de chips y circuitos que comparados con, por
ejemplo, un smartphone, podrían parecernos muy rudimentarios, pero que
cuentan con todas las herramientas necesarias para cumplir labores
especializadas muy especificas.
No hay un tipo específico de objetos conectados al Internet de las cosas.
En lugar de eso se les puede clasificar como objetos que funcionan como
sensores y objetos que realizan acciones activas. Claro, los hay que
cumplen ambas funciones de manera simultánea.
En cualquier caso el principio es el mismo y la clave es la operación
remota. Cada uno de los objetos conectados al Internet tiene una IP especifica
y mediante esa IP puede ser accedido pare recibir instrucciones. Así
mismo, puede contactar con un servidor externo y enviar los datos que
recoja.
¿Cuándo estará entre nosotros?
Una de las preguntas más comunes con el Internet de las cosas es
cuándo estará finalmente dentro de nuestras vidas. La respuesta es que
ya lo está desde hace algunos meses.
A diferencia de algunas tecnologías mucho más populares entre las
masas, el Internet de las cosas no ha encontrado su foco de explosión en
el mercado del consumo. Quizás la tecnología está aún demasiado verde, o
quizás los grandes del sector no han visto la oportunidad correcta para
abalanzarse encima. Aún así hemos visto como Apple y Google han dado
algunos pasos discretos con tecnologías como Home Kit y Android @Home.
Como sea, es el sector privado donde el Internet de las Cosas se está haciendo cada vez más popular.
- La industria de producción en masa: la maquinaria que se encarga de controlar los procesos de fabricación, robots ensambladores, sensores de temperatura, control de producción, todo está conectado al Internet en cada vez más empresas lo que permite centralizar el control de la infraestructura.
- Control de infraestructura urbana: control de semáforos, puentes, vías de tren, cámaras urbanas. Cada vez más ciudades implementan este tipo de infraestructuras basadas en el Internet de las Cosas que permiten monitorear el correcto funcionamiento de sus estructuras además de adaptar más flexiblemente su funcionamiento ante nuevos eventos.
- Control ambiental: una de las áreas en las que está teniendo más éxito el Internet de las cosas, pues permite acceder desde prácticamente cualquier parte a información de sensores atmosféricos, meteorológicos, y sísmicos.
- Sector salud: cada vez más clínicas y hospitales alrededor del mundo confían en sistemas que les permiten al personal de salud monitorear activamente a los pacientes de manera ambulatoria y no invasiva.
También hay aplicaciones del Internet de las Cosas para el
transporte, la industria energética, y prácticamente todos los sectores
comerciales. Como hemos dicho, el gran pendiente es el mercado de
consumo, o lo que es lo mismo, los hogares, un lugar al que
probablemente es cuestión de tiempo para que veamos la gran explosión
del IoT.
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